Comprar algo es una tortura, una mala experiencia, un maltrato, sentirnos ignorados, que nos hacen un favor… que les da lo mismo que compremos o no.
- Podemos pasarnos medio día tratando de comunicarnos por teléfono y no lograrlo.
- Ir hasta la empresa e ignorar nuestra presencia o darnos excusas de que tienen mal las comunicaciones etc. etc.
- Entramos a un negocio vacío y tenemos que pedir que nos atiendan, cuando lo hacen viene un compañero a preguntarle algo o a seguir con la charla que tenía previamente.
- Infinidad de ejemplos, podríamos dar.
Es la ley del menos esfuerzo. El mensaje que uno siente es: si no vienen mejor.
Esas empresas… ¿ponen al enemigo a atender?
Nuestra clave del negocio son LOS CLIENTES indiscutiblemente
Pongamos una mirada bien crítica a nuestro negocio, quizás no pase todo esto, pero seguro en algo debemos mejorar. Entonces, a cambiarlo, no hay excusa. PAREMOS, pensemos, analicemos y demos un giro. Lo primero es reconocer que en algo estamos fallando.
Si uno solo compra ese debe hacerlo en nuestro negocio.
Manos a la obra. Que en su empresa atienda su gente.
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