2020 es un año más exigido que otros. Un año en el que todo el tiempo tendremos que negociar, negociar con todo y todos.
Negociar con nuestros empleados que tienen sus propios problemas, pero necesitamos que se pongan la camiseta y ayuden a negociar tiempos de entrega, plazos, quejas y reclamos de nuestros clientes.
Negociar con nuestros clientes, hoy con menos paciencia y más ansiedad que entiendan que estamos todos exigidos. Negociar con proveedores condiciones de venta, presión para que vendan a un precio que podamos pagar, debilitar amenazas y fidelizarlos.
Negociar con proveedores, con plazos de entrega, mantenimiento de precios y con muchas cosas que no dependen de nosotros y tendremos que lograr conseguirlas
.
Negociar con nosotros mismos, cansados de tantos años de luchar y empujar y tener que seguir haciéndolo.
Resolver conflictos no solo económicos, sino de equipo y personales. Lograr entendimientos con el otro es clave.
Negociar para resolver un problema requiere de ciertas pericias. Y si lo que pensamos que sería una solución no da resultados. ¿Qué hacemos? Tener un plan B, trabajar las contingencias es vital en estos tiempos. Los problemas hay que resolverlos en un instante y eso requiere mucho entrenamiento. No se puede esperar, hacer una reunión y que nos esperen. ¡No hay tiempo!
Un buen negociador está siempre listo, despierto, evitando y adelantándose al conflicto. Entonces si nos entrenamos, aplicaremos estas herramientas en forma espontánea y nos podremos transformar en excelentes negociadores con total naturalidad, practicando estas claves:
|